Son
muchos los factores que condicionan la elaboración
de un buen café, catar el café es sin duda
la mejor forma de valorar su calidad.
La cata del café puede realizarse de 2 maneras:
Cata
a la brasileña:
Mediante este sistema, lo que se saborea es una ligera infusión
de una sola variedad de café. En un cuenco, deben
echarse 8 gramos de café tostado molido a los que
se añadirán después 150 cc de agua
a 96ºC. se deja reposar y se procede a la cata.
Cata
de café espresso:
En este caso, se trata de valorar un café ya mezclado,
como el que normalmente se sirve al consumidor final. El
molino deberá realizar un granulado óptimo
y el agua de la máquina espresso deberá estar
perfectamente descalificada y depurada, sin olores que puedan
desvirtuar la cata.
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